¿Has hecho una copia de seguridad?

Como tus fotos son muy valiosas, y los ordenadores tienen la costumbre de atascarse con cierta frecuencia (eso si no han caído ya completamente y hay que darle formato al disco duro), es muy conveniente tomarse la copia de seguridad como una disciplina casi diaria, dependiendo del número de fotos que tomes al día.

Lo primero que hago, cuando meto una tarjeta de fotos en el ordenador, es copiarlas (no moverlas, porque es mejor formatear la tarjeta que andar borrando fotos) a una carpeta que, a su vez, tiene otras tres carpetas dentro.

Por ejemplo, hoy he ido a El Pardo. Pues, dentro de la carpeta Imágenes (y no tiradas por el escritorio), hago una carpeta "El Pardo 22 nov 08" y dentro de ésta creo tres carpetas:

Buenas.

Estupendas.

A revisar.

Las estupendas son aquéllas que ya me lo parecieron en el momento de hacerlas y que, ahora, compruebo en directo.

Las buenas son las que parecen tener posibilidades de buena edición, de acuerdo con la experiencia que cada uno tiene en el manejo de niveles, curvas y otros menús del Photoshop.

Las fotos "a revisar" son las que no me convencen demasiado, pero no merecen ser borradas hasta que me venga la inspiración sobre qué hacer con ellas.

Las que voy a borrar, las dejo en la tarjeta, que después formateo, porque ya han dicho por muchos lados en Internet, que borrar fotos va deteriorando la calidad de la tarjeta. Así que las malas van a irse con el formato. La tarjeta reconstruye sus tablas de entrada y queda como nueva.

A continuación, paso a un CD o DVD los originales RAW que he copiado previamente en el disco duro. Estos discos los guardo en un sitio seguro y bien cerrado, no en la mesa del ordenador.

No hago copias de seguridad con programas especializados, porque guardan en un formato suyo y especial, que se puede perder si se cambia de ordenador o ante una catástrofe. Por eso las meto en los discos como formato de datos. Me hago el disco con Nero, si son muchas; o las copio directamente de mi carpeta a la carpeta que es el CD. ¡Cuidado con los discos de multisesión! A mí me han fallado varias veces esas multisesiones.

Si no puedes hacer el CD/DVD en el acto, acostúmbrate a una disciplina semanal. ¿Qué tal el sábado después de comer, con tu cafelito al lado?

Suerte.

Copiar ajustes de un RAW

Este tema es breve pero con sustancia, como digo yo.

Trata de una duda muy frecuente entre los que usan Raw: ¿Cómo procesar tantas imágenes una a una? ¿Cómo hago en una boda para procesar trescientas imágenes en las que cambia tanto la luminosidad, sobre todo con flash? O en unas fotos de la última excursión, en que las fotos tienen tonos diferentes, incluso habiendo sido tomadas en la misma sesión.

Pues bien, como ya expuse en el tema del Raw, existe la posibilidad de copiar todos o algunos de los ajustes, desde una foto representativa según tus gustos, o según tu estilo, y pegarlos en una serie de fotos, y esa serie puede constar de cientos de fotos.

Se puede hacer en Photoshop, en Lightroom, en RawShooter, etc., pero aquí vemos el ejemplo en Capture One, ya que así lo pidió un compañero en los comentarios.

El primer paso es ajustar los niveles, exposición, saturación, etc., sobre una de las fotos, copiar y, después aplicar (pegar) los que yo quiero en toda una serie.

Se empieza por seleccionar, en el revelador Capture One, en este caso, el icono que aparece aquí en color naranja. Se llama, en inglés, "Adjustments", ajustes. Y se despliega una enorme lista con todas las posibilidades, que tenemos que marcar, porque no siempre nos interesa el mismo balance de blancos o la misma saturación, sino que tenemos que usar los que más se acomoden al conjunto que va a resultar igual con esos parámetros.

En el caso que pongo como ejemplo, sólo está marcada la opción de recuperación de altas luces ("Highlight Recovery"), pero ya veis que se puede seleccionar cualquier corrección, como el balance de color o, tan lejos de eso, como la reducción de ruido. Todo el universo de los ajustes a tus pies. Este programa no tiene todavía traducción al español, pero cualquier fotógrafo acostumbrado a bucear por Internet tiene la facilidad de entender el lenguaje fotográfico.

Después de marcar los ajustes que queremos, picamos en el botón "Copy"; a continuación nos vamos a la lista de fotos que aparece abajo, seleccionamos, con la tecla "control" pulsada, las fotos en las que vamos a pegarlos, picamos en "Apply" (aplicar) y ya está.

 

Veis que he seleccionado seis fotos (se aprecia porque están con borde blanco), en las que se va a pegar esa recuperación de altas luces con el botón "Aplicar"

¿Qué es el formato RAW?

El formato Raw está presente como opción en todas las cámaras réflex digitales y en muchas compactas de tipo puente; y digo como opción, porque hay que activar ese formato en los menús de calidad de imagen. Si no se elige, lo más probable es que la cámara tenga por defecto el formato JPEG (imagen comprimida exageradamente, con gran pérdida de calidad, y, además, tratada por la cámara en cuanto a balance de blancos, contraste, saturación y nitidez), cuya extensión informática de archivo es .JPG

La palabra inglesa "raw" significa "en bruto, en crudo, sin tratar..."

Se trata, cuando usamos el Raw, de que la cámara no revele por su cuenta, según las especificaciones que le ha puesto el fabricante, sino que nos deje la imagen cruda de acuerdo a lo que ha captado el sensor linealmente. ¿Qué es "linealmente"? Pues que cada píxel (punto que recibe luz), es excitado según la cantidad de luminancia que recibe. Así, es lineal, porque un punto que recibe mucha luz va a captar más que uno que reciba poca.

Si vemos esa imagen lineal, resulta muy oscura porque tanto el monitor como la visión humana ven de forma exponencial. Por esa razón, en los reveladores Raw habituales, se efectúa una pequeña corrección logarítmica, en cuanto abrimos la foto, de tal manera que veamos lo más parecido a lo que estamos acostumbrados. Hay otros métodos para tratarla de forma lineal, como hace el programa DCRAW del que se hablará más adelante.

En la cámara que suelo usar, sin entrar en los modelos de 5.000 euros, que están bien para quienes tienen que publicar fotos de grandísimo tamaño o en revistas de muy alta calidad de impresión), con una tarjeta de 1 gigabyte, me da para hacer 94 fotos en "raw"; después, tiene nueve posibilidades más para estropear la foto, que son las opciones: "fino", "normal" y "básico" (cada uno de ellos con las tres opciones de tamaño largo, medio y pequeño).

De 94 a mil y pico fotos hay una gran cantidad de compresiones y una locura de fotos perniciosas y malas, malísimas.

Y eso no puede ser. Ni siquiera "para la web". Hay fotos estupendas que veo cada día (me paseo por todos los foros y voy picando en las fotos), y me da pena, cuando las observo en tamaño original, ver la cantidad de sombras empastadas, luces quemadas, falta de nitidez, "suciedad" general en la foto y otras historias.

Porque son fotos estupendas, pero que lo pierden todo por la calidad. Supongo que nos gusta ver las fotos en tamaños medianamente grandes.

Ya cualquier foro hace de las suyas para ponernos las fotos a 72 dpi ("dots per inch", puntos por pulgada lineal), para que encima subamos fotos de 200 Kb a un tamaño de 1024 x 768. ¡Pues un horror!

Tengo mis monitores muy bien calibrados Por eso mismo, uso varios reveladores Raw, dependiendo del resultado y opciones que me da cada uno.

Se necesita varias tarjetas para acumular tanto negativo digital (otro nombre del Raw), y es mejor usar varias de 1 giga que una de 8, porque si se estropea una de ellas todavía tenemos algo salvado en las demás.

En mi cámara, el "jpg" fino comprime ya a 1:4, el medio a 1:8 y el básico a 1:16 (sin hablar de lo que hacen los tamaños pequeños de cada opción)

Es muy importante que los parámetros de la cámara estén al mínimo (o incluso a -2), en cuanto a los tres controles:

* Contraste
* Nitidez
* Saturación

Los archivos en formato RAW pueden tener distintas extensiones, según la cámara. Por ejemplo, NEF para Nikon, CRW o CR2 para Canon, ORF para Olympus, MRW para Minolta, etc.

Tienen que ser "revelados" como se revelan las películas y los papeles; es decir, añadiendo o quitando brillos, contrastes, saturación, correcciones de perspectiva. Incluso modificar la exposición original si ésta nos ha dejando la foto oscura o muy clara. También se pueden recuperar las luces quemadas y sacar detalles de las sombras.

Ya conocemos la ventana de revelado del Camera Raw, vista en el artículo:

Ventana Camera RAW en Photoshop (I)

Otro programa para revelar RAW es el famoso Capture One, que nos permite jugar con todo eso y, además, tiene una forma estupenda de procesar por lotes; de tal modo que se pueden copiar todos los ajustes de la foto más representativa y pegarlos en un montón de fotos. La salida por lotes se puede indicar para que el resultado final sea en JPG, TIF...

Otro programa muy bueno es el Bibble Pro, que tiene incluido el reductor de ruido Noise Ninja y una tecnología de corrección de color, llamada Perfectly Clear, como se puede ver si ampliáis la imagen de abajo.

Como conclusión tenemos que el formato JPEG tiene una compresión y un tratamiento por parte de la cámara que no es aceptable en una buena foto; y que la foto en Raw nos deja a nosotros todo el trabajo. El procesado por lotes ("batch") nos permitirá copiar los valores de una de las fotos, expuesta y bien corregida, y pegarlos en toda una serie.

Ya tenemos Photoshop CS4

Como pequeño regalo de fin de semana, os presento algunos aspectos del nuevo Photoshop CS4.

[Todas las imágenes se pueden ver a mayor tamaño picando en ellas.]

Lo primero que me ha gustado es el aspecto general, un tanto espartano, parecido al estilo del navegador Safari: tonos grises y pocos colorines.

También es muy práctico el sistema de presentar las capas de ajuste; como, en este caso, la capa de curvas. Y, desde el borde de esta ventanita se puede acceder a las otras capas de relleno o de ajuste.

Otra posibilidad, que me ha encantado, es que pulsando "F" se puede ampliar la ventana (como ya ocurría en versiones anteriores), pero, en ese recorrido con la tecla "F" se nos ofrece la imagen misma con fondo negro, al mismo nivel de zoom con que la tengamos puesta. El poder ver la foto sin menús ni paneles de ningún tipo es algo genial y muy útil para evaluar la foto.

Otra posibilidad que me ha llamado la atención es el pincel de ajuste, en la ventana Camera Raw, que parece copiado del Capture NX de Nikon, y que nos ofrece marcar puntos de ajuste y actuar sobre cada uno de ellos en cuanto al brillo, el contraste , exposición, saturación... y demás. Digamos que podemos "pintar" en zonas como a la antigua usanza de los laboratorios químicos, cuando hacíamos los "tapados" por zonas en la ampliadora.

Y podemos enmascarar y ver la máscara (la amplitud que vamos a cubrir en los ajustes sobre esos puntos), para ir superponiendo distintos brillos y saturaciones, por ejemplo.

Espero que os guste. Se puede descargar una versión de prueba para 30 días, desde la página en español www.adobe.es 

Eso sí, consume recursos del sistema, por lo que aconsejo que se cierren todas las aplicaciones como el cliente de correo y, sobre todo, el navegador, antes de lanzar el programa.

Ventana Camera RAW en Photoshop (I)

Os traigo la ventana del Camera Raw de Photoshop. No es el único revelador que existe ni tiene por qué ser el mejor, pero sí el más intuitivo para aprender.

Aparece automáticamente cuando se abre un archivo Raw (cuya extensión de archivo varía de una cámara a otra. Por ejemplo . NEF para Nikon, .CR2 para Canon, .ORF para Olympus...)

Picando en la foto, podéis tener la ampliación en otra ventana para seguir este hilo.

Quiero destacar algunos aspectos importantes y poco conocidos. El primero, es los que se llaman "recortes de sombras y de iluminaciones". Se activan picando en las dos flechitas que hay encima del histograma: la de la izquierda activa la vista de subexposición de las sombras, la de la derecha lo hace con las luces. Las sombras subexpuestas aparecen en azul y las iluminaciones en rojo. (Y estos dos colores son también los habituales en otros reveladores Raw). Hay un método rápido de teclado; la "u" para las sombras y la "o" para las luces (fácil de recordar, del inglés "underexposure" y "overexposure"

En esta foto veis las sombras subexpuestas en edificio y ventanas y la sobre-expuesta a la izquierda, en un trozo de cielo.

Es mejor activar primero una de las dos, quitarla y activar la segunda.

En ocasiones, estas "aberraciones" de exposición son tan leves que conviene ampliar más la imagen, con el botón derecho. Y también ocurre que no sabemos si están activadas. Pues la clave es que, cuando los recortes están activados, aparecen con un borde blanco muy fino, como en el caso de esta captura.

Otra opción muy importante está en una muy pequeña marca que aparece a la derecha de la palabra "Básico", esa que parece un párrafo con una flechita.

Cuando se despliega, nos aparece un menú que nos permite guardar los ajustes, o cargar unos que ya hemos guardado en otra ocasión. Esto es útil para cuando se quiere hacer cambios pero no perder los anteriores. Cargar y guardar tienen puntos suspensivos, lo que indica que nos a pedir una ubicación de carpeta. Yo dejo la que viene por defecto. Los archivos deben tener un nombre explicativo como "colores de la nef 22 de León". La extensión con que los guarda es .XMP (archivos "sidecar" de un Raw)

Si, después de guardar, quieres recuperar los valores originales, pues tienes "valores por defecto de RAW de cámara" Es un estupendo método de trabajo para guardar versiones del revelado.

En "Aplicar ajuste predeterminado", en la flecha, os aparecen todos los que hayáis guardados últimamente.

Las opciones de guardar o restaurar valores por defecto, yo no las toco nunca.

Exportar ajustes a XMP quiere decir que va a guardarlos en el archivo "sidecar" del Raw. Estos archivos "sidecar", como indica su nombre, y que tienen extensión .XMP, acompañan al Raw original en la misma carpeta. Si se mueven los Raw a otro disco o carpeta, conviene que se muevan también sus .XMP pues contienen los valores del último revelado aplicado. Por cierto que si lleváis a un CD de sólo lectura, no podréis sobre-escribirlos, por lo que antes hay que pasarlos al disco duro.

Photoshop, en Edición > Preferencias, nos da la posibilidad de guardar en los "sidecar" o en una base de datos. Esto último, a mí me parece peligroso si falla el ordenador.

Volviendo a la pantalla general del revelador Camera Raw, a la izquierda abajo tenéis la opción de guardar la imagen como TIFF, JPEG, PSD (el formato nativo de Photoshop), o como negativo digital, de extensión .DNG, término éste acuñado por Adobe para guardar en un formato que siempre va a ser compatible con cualquier futura versión de los reveladores Raw. Ofrece la posibilidad de guardar "comprimido sin pérdida" (...de calidad) y hasta de incrustar el Raw original dentro del DNG.

Guardar la imagen ya revelada como os guste, es muy útil, para disponer de una copia independiente de su Raw. Y, por ejemplo, para guardar una versión para las luces y otra para las sombras que después se pueden abrir para mezclarlas como ya explicaré en otro artículo, o hacer un HDR partiendo de una única toma.

Si mantenemos presionada la tecla "alt", guardar imagen ya no tiene puntos suspensivos. La guarda directamente como TIFF. Y con la misma tecla "alt" presionada, veréis que cambian los botones de la derecha, y se convierten en "abrir copia" y "restaurar" Pues bien, abrir copia significa que abre la foto sin actualizar los metadatos. Restaurar es volver a los valores por defecto que tenía la foto cuando la abrimos la primera vez.

Si se mantiene presionada la tecla mayúsculas, se abre como "objeto inteligente" en el que siempre se puede picar, en la ventana capas, y vuelve a mostrar la ventana Camera Raw para hacer correcciones de nuevo. 

Y por último, de momento, ya que ésta es la primera parte sobre este tema, el botón "Hecho" guarda los valores del revelado sin abrir la imagen, por si la queréis abrir en otro momento por falta de tiempo por ejemplo.

Nos vemos, compañeros.

Flashes y compactas

Yo me dedico profesionalmente a la Fotografía. Por eso traigo esta curiosidad: una foto de acercamiento realizada con una cámara compacta; o mejor, en este caso cámara puente ("bridge" que nos permite un manejo de la velocidad y el diafragma de forma bastante avanzada), y que se llaman así porque pueden ser un buen camino para iniciarse en la Fotografía, antes de lanzarse a fondo a por una SLR ("single lens reflex" o cámara de un solo objetivo, con reflejo a través del pentaprisma que nos lleva la imagen al visor), y que cuando son digitales suelen llevar una "D" al principio de las siglas, DSLR.

El que se denominen de un solo objetivo, las réflex, no significa que no se pueda cambiar el mismo, sino que en estos modelos no existen dos objetivos: uno que va a al visor y otro que hace la foto, como las TLR ("twin lens reflex"), cuyos modelos más famosos los encontramos en Yashica, Mamiya y Rolleiflex

Pues bien, incluso a los profesionales nos interesa disponer siempre de una de estas pequeñas cámaras (en este caso la Olympus SP-560UZ, para llevarla cómodamente cuando no nos apetece cargar con los bártulos pesados del trabajo diario.

Yo siempre la tengo a mano, en casa, para usarla en momentos en que necesito inspiración y no quiero andar sacando la réflex o, incluso si tengo inspiración para practicar continuamente.

Por eso soy muy aficionado a sacar fotos de objetos cotidianos, simplemente porque acabo de ver entre los platos de la mesa, o en la vitrina de las copas, alguna forma o alguna luz y quiero la foto en el acto. Y por la calle me ocurre lo mismo: llevarla en el coche y detenerse cuando se ve algo que merece la pena.

Y con esta foto me mereció la pena. Estaba sentado en el ordenador, me relajé unos momentos, mirando hacia otro lado, cuando vi la gota en la punta de la hoja. Agarré la cámara y disparé en automático, con flash, porque la experiencia me dice que va a salir bien.

Podéis ver los datos EXIF en el gráfico, y que lo puse en prioridad de apertura, para que, al estar tan cerca, aprovechar la máxima profundidad de campo; que se pierde en distancias cortas de la lente al sujeto.

El objetivo zoom lo alargué un poco, hasta 9,8 mm. Mi cámara tiene un rango focal de 4,7 - 84,2 mm y un factor de multiplicación de aproximadamente x6, con lo que la focal equivalente en cámara de 35 mm viene a ser 58,8 mm

Son cámaras estupendas para la foto de acercamiento. No confundamos el acercamiento con el macro, ya que éste empieza cuando la relación es 1:1; es decir cuando el sujeto original es del mismo tamaño en la foto. La relación 2:1 significa que tiene el doble de tamaño en la foto y 1:2 que es la mitad del original. Por supuesto que no nos limitamos al número "2" sino que hay ratios intermedios.

Uso del diafragma y la obturación

La exposición es el total de luz que le llega a la película o sensor.

Este total se puede lograr sólo con el tiempo (velocidad con que se abre y se cierra el obturador que la protege) de exposición. A menor velocidad de obturación, más tiempo y más luz se le da al sensor. A mayor velocidad, menos tiempo de exposición y menos luz.

Ya veis que el obturador está formado por laminillas que se abren durante un tiempo, dejando pasar la luz por más o menos tiempo.

Todos los objetos que se muevan, durante un tiempo largo de exposición, saldrán más movidos y esto es algo que se determina por la práctica, ya que no podemos sacar el libro de fórmulas ni los instrumentos de medición de velocidad de un coche.

A mayor velocidad de obturación, menos tiempo de exposición y menos luz, lo que consigue "congelar" elementos que se mueven y dejarlos más o menos paralizados en su acción. Este tiempo lo da la práctica.

Las velocidades de obturación pueden ser fracciones de segundo, como 1/30, 1/60, 1/125... En este ejemplo, la más lenta es 1/30 y la más rápida 1/125. En la cámara aparecen como 30, 60, 125, sin el numerador.

Pero también las hay más largas, de segundos, como 4", 8", 15", 30"
que se muestran con las dobles comillas, o con otro color (normalmente anaranjado)

Como éstas no son fracciones, en este ejemplo la más rápida es 4" y la más lenta 30"

Y deben utilizarse con trípode por su larga duración; aunque el trípode siempre es aconsejable a cualquier velocidad, sobre todo desde 1/30 para abajo. Depende del pulso del fotógrafo. La regla general es no disparar por debajo del número de focal del objetivo; de tal manera que si estás usando un objetivo de 300 mm. de focal, la velocidad debe ser 1/300 o superior, como 1/500.

O sea, que lo que hemos visto hasta ahora, la velocidad, velocidad de obturación, se refiere al tiempo en que permanece abierto el obturador, que es como la puerta que descubre la película o sensor a la luz. Y hemos visto que afecta al mayor o menor movimiento en la foto dependiendo de la velocidad a que se mueva el sujeto. Y hemos visto que esto depende de la práctica, porque no sabemos las velocidades de dicho sujeto.

El tiempo, velocidad, obturación, velocidad de obturación; como lo quieras llamar a efectos prácticos afecta, además de la parte creativa, a la parte física: a más tiempo de exposición, foto más expuesta, sobre-expuesta o luminosa; a menor tiempo, foto menos expuesta, subexpuesta u oscura.

Ahora pasamos al diafragma: cuanto mayor es el número, más  cerrado está (porque procede dicho número de la división de la focal de la lente entre la abertura del iris de la misma). Por ejemplo, f/22 es un diafragma muy cerrado. f/2,8 es uno muy abierto.

Vemos por tanto que el diafragma es como la pupila del ojo humano, que se puede abrir o cerrar con un sistema de iris.

En la foto se ve un diafragma completamente abierto y uno muy cerrado.

Vamos a pensar que el abierto es un f/2 y el cerrado es un f/22

Los números internacionales del diafragma, o números "f" son:
1, 1.4, 2, 2.8, 4, 5.6, 8, 11, 16, 22, 32, 45, 64... y sigue, dependiendo de la focal. (Como curiosidad, cada diafragma es el anterior multiplicado por la raíz cuadrada de 2 que es 1,4142 aproximadamente, por lo que puedes ver que cada dos pasos de diafragma, se duplica su número.)

Y aquí y ahora, un concepto muy importante: como el diafragma depende de la división entre la focal y la apertura, siempre un determinado número de diafragma va a conseguir la misma exposición en cualquier objetivo. Por ejemplo, un diafragma f/8 siempre va a producir la misma exposición en cualquier objetivo de cualquier focal.

En una cámara réflex no te vas a encontrar ni el f/1 y el f/45.
Repito que vienen de esa división que he dicho arriba.

Cuanto más cerrado, más objetos nítidos en profundidad (de ahí su nombre de "profundidad de campo" que significa profundidad de nitidez). O sea, si tú enfocas un objeto (y enfocar no tiene nada que ver con encuadrar), y pones nítido ese objeto que está a cuatro metros, con un diafragma muy abierto no vas a tener nítidos los que estén a 3 metros ni a 5. No hay profundidad de campo.

Por eso, la mayor o menor profundidad de campo, se usa para la creatividad en la foto; de ti depende saber qué objetos en profundidad deben verse nítidos y cuáles no. Afecta a la "gramática" de la imagen.

Pero... como ocurría con la velocidad, hay un factor técnico que entra en escena. Y es que, con diafragma más cerrado, foto con menos luz, subexpuesta u oscura.

Ahora que ya conocemos las dos partes de los dos mecanismos (la creativa y la física), podemos deducir que si cierro un diafragma más, tengo que compensarlo bajando una velocidad (para mantener la misma exposición). Si cierro dos pasos de diafragma (stop o step o E.V. (valores de exposición "exposure value"), lo tendré que compensar bajando dos velocidades; porque cada velocidad hacia abajo deja entrar la luz el doble de tiempo y cada diafragma que cierro, quita la mitad de luz.

Dado que el diafragma tiene su parte creativa y su parte física, y la velocidad también, pues no siempre podemos hacer la foto que queremos en cuanto a profundidad o movimiento, o no movimiento.
Entonces, tendremos que echar mano de un tercer factor, que es la sensibilidad.

En cámaras tradicionales, cambiar el carrete por uno más sensible nos dejará cerrar más o exponer menos tiempo. Uno de baja sensibilidad, lo contrario. En las digitales, no hay más que darle la vuelta a la ruedecita de ISO y bajamos o subimos sensibilidad.

La parte técnica de esto último: que a mayor sensibilidad, más ruido, más grano y peor definición.

RESUMEN PARA EL APRENDIZAJE:

* El diafragma se abre o se cierra para dejar pasar más o menos luz. Tenemos que compensarlo bajando la velocidad de obturación.

* La velocidad se baja o se sube para que entre la luz con más o menos tiempo.

* La sensibilidad, equivalente ISO, nos permite diafragmas más cerrados y mayores velocidad de obturación, a costa del ruido o grano.

Para conservar la misma exposición, uno de ellos cede a favor del otro. Pero la profundidad de campo o el tiempo de captura de la velocidad son los que tienes que determinar para el resultado creativo final.

[Si tienes dudas, no tienes más que escribir un comentario. Y será atendido]

 

Modelos y retratos

En ocasiones, tendemos a realizar retratos en vez de poses del rostro del modelo.

Una cosa es un retrato, en el que intentamos plasmar el "alma" de la persona, procurando destacar sus rasgos más personales, de tal forma que sea reconocible por cualquiera. Y que, además, nos diga algo sobre su forma de ser y su carácter.

Y otra cosa muy distinta es un "book" que usan los modelos para promocionarse en agencias de publicidad, moda o cine; por poner algunos ejemplos. Un "book" es una colección de fotos, en la que puede haber desde poses de cuerpo entero, vestido o desnudo, o parcialmente hasta primeros planos.

Luego distingamos lo que es un primer plano de un retrato. El primer plano, en esta foto, muestra una de las posibles poses con determinadas vestimentas o adornos. Esta foto, aislada, nos muestra la capacidad de la modelo para ofrecer distintas miradas y figurar con un "look" que puede ser útil para una revista.

El retrato es algo más personal; supone una complicidad con el fotógrafo, incluso si no mira directamente a la cámara.

En cuanto a la técnica, puede ser todo lo libre que tu imaginación te dicte.

En este caso, se ha usado un proyector de luz desde muy cerca; de ahí que el fondo y parte de la ropa permanezcan en la oscuridad. Desde luego que lleva tratamiento mediante la mejor arma de que dispone el fotógrafo, que es el fotómetro, para ver si existen los suficientes pasos de diafragma o valores E.V. (como se dice más técnicamente), que nos aseguren esa diferencia de tonos.

En este caso, ha bastado con cuatro valores E.V. para oscurecer el resto. La luz viene ligeramente rasante para destacar la textura.

Hablaré más sobre el retrato, pues es un tema que me fascina, como también lo hace la mirada de un modelo.

Cuando nos arrepentimos de la exposición

Esta foto es el resultado de varios ajustes. La razón es que, a veces, sobre todo en los viajes, cuando vamos deprisa disparando casi como turistas, vemos las cosas de manera distinta a si nos hubiéramos parado a pensar qué queríamos decir exactamente con nuestra foto. Ésta es la original sin correcciones en ACR:

Lo primero que me gustó fue el cielo, con un azul intenso y esas nubes que lo acarician. Esta Catedral de Burgos me había impresionado por la majestad de sus formas, pináculos y torres, pero hacía más de media hora que la estaba contemplando; por lo que se puede decir "que la tenía ya muy vista..." Y fui directo a exponer para el cielo, resultando el primer histograma que pongo, procedente del ACR. Se claramente que está inclinada hacia las sombras, en la parte izquierda.

Después me arrepentí de esa exposición, porque quería, entre otras cosas, imprimirla y destacar mejor los detalles en sombra.

Por lo que hice ajustes en el ACR:

*Exposición +0,25

*Recuperación de luces: 59

*Luz de relleno: 22

*Brillo: +60

*Contraste +48

*Intensidad: 30

Y resultó este otro histograma más equilibrado hacia las luces, aumentando la densidad del azul y viniendo a ser lo deseable (el famoso concepto de llevar el histograma a la derecha), que produce esta otra foto:

Como quería imprimirla a buen tamaño, le asigné el perfil : PhotoGamutRGB_avg6c que comprime algo la gama tonal, para que lo que se ve en el monitor quepa en la impresión, que tiene una gama más estrecha que los monitores.

Aquí hablo de "asignar" un perfil de color, no de "convertir a perfil" puesto que este último método cambia la numeración de los colores.

Después, unos toques con:

*Equilibrio de color.

*Filtro de color azul.

*Corrección selectiva; para aumentar el amarillo en los muros.

*Sombras/Iluminaciones, disminuyendo un poco la amplitud de las sombras y arrastrando las luces hacia la derecha para conseguir salvar el cielo.

Así, la impresión fue exacta a como que se ve aquí. Bueno, yo parto de que uso el navegador Safari para Windows, porque hace una estupenda gestión de color y se ven los colores como son.

En otra ocasión hablaré más de la gestión de color con vistas a la impresión.

 

El misterio de la luz disponible

Con frecuencia, el fotógrafo parece buscar las mejores condiciones de luz, usando la propia natural, la del "flash" o la de los "flashes" de estudio. Así, la idea de los que empiezan es el sueño de unos grandes equipos de luz.

Y eso puede ser normal para un bodegón publicitario, en el que la empresa que lo encarga, suele pedir buena luz, sin despreciar, por supuesto, los contrastes.

El principiante busca buena luz en esos bodegones, usando cajas de luz o grandes difusores. Pero el profesional, siempre más atrevido, busca momentos de luz poco habituales.

En el retrato o temas con personas, se suele buscar un modelo de luz más amplio que en los bodegones. Y los modelos de luz forman parte de la personalidad o estilo del fotógrafo.

En esta foto, se ha optado por utilizar la luz ambiente, disponible, (llamada en inglés "available light") y usar una sensibilidad ISO 400, ligeramente forzada en el revelado, subiendo el tiempo, pero en cantidad mínima, para no caer en el exceso de grano. Y todo esto hablando en términos de foto química.

Pero, en digital, también se puede subir la sensibilidad (hablando en términos equivalente ISO, ya que los sensores no tienen una sensibilidad determinada, como las películas, sino una sobre-excitación producida por los fotones de luz y amplificada por los mecanismos electrónicos)

Cualquier cámara digital de costo aproximado a los 900€ aguanta bien una sensibilidad ISO equivalente 400 a 640, sin que el costo de ruido (el grano digital, menos tolerado que el químico, sobre todo en color) haga la foto inutilizable.

La mejor iluminación es la que logra el ambiente que buscamos. Éste debería ser el objetivo principal a tener en cuenta, como aprendizaje y como práctica. Esta foto es un ejemplo de cómo se sacrifica la típica limpieza a favor del grano-ruido para dotar a la foto de esa ambientación deseada.

La medición de luz, en este caso, ha sido para el rostro, buscando la Zona VI del Sistema de Zonas inventado por Ansel Adams para controlar los tonos en blanco y negro, sin obviar el color que también practicó.

La Zona VI es la medición del fotómetro (que debería llamarse exposímetro, pero la costumbre nos hace llamarlo así), más 1 valor de sobre-exposición; dado que el fotómetro siempre quiere interpretar la luz reflejada como un gris medio que es la Zona V (carta gris de Kodak)

Esta foto está realizada con película Kodak T-MAX 400. Al medir en digital, deberemos tener en cuenta dónde van a quedar las luces y es conveniente que aprovechen la parte derecha del histograma; ya que las sombras serán recuperables por el revelador RAW.

En próximos capítulos trataré el tema de la exposición en digital, y, por supuesto, siempre hablando de la toma "en bruto", RAW.